Estimado José:
Tras leer tu despedida y los comentarios de otros compañeros, no me cabe duda que aunque en el ámbito deportivo no seamos los números 1, a la hora de expresar lo sentido y vivido dentro del equipo estamos a la cabeza ¡¡¡Espero no desentonar mucho!!!
Sabía desde hace tiempo tus intenciones al finalizar esta campaña pero, en el fondo, deseaba y mantenía la esperanza de conseguir arrancarte una prórroga en tu decisión. En un último intento desesperado, en Granada, te pusimos de compañero de habitación a Benito para que utilizando "sus encantos naturales" cedieras y te animaras a seguir. ¡¡¡Hemos fracasado!!! ¿¿¿Quizás deberíamos haber utilizado la magia de Furacu???
Bromas a parte, siempre has sido un ejemplo, no sólo en lo deportivo sino también en lo personal. Nunca tenías una queja ni un reproche y eso que en ocasiones hubiera sido la salida más natural. Tu entrega ha sido un ejemplo de lo que deberíamos hacer los que aquí quedamos y para los "esperados refuerzos", si algún día llegan. También es cierto que todos hubieramos deseado una despedida deportiva más dulce pero como se suele decir : el fútbol es así. Sé que aunque el equipo pierde un gran jugador, no voy a perder al magnífico compañero amable, alegre y generoso que llevas dentro. Y voy a parar porque al final me voy a poner tristón y lo que quería con estas letras era agradecerte todo este tiempo que hemos compartido y, por supuesto, no te olvides de seguir enviándome esos correos tan instructivos e interesantes que me alegraban el día.
Un abrazo de tu portero
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